Averatto

Todos tenemos un talento inexplorado, procuremos hallarlo antes de caer en el tedio acostumbrado.

martes, 10 de noviembre de 2020

De las palabras, la fragilidad y la sinceridad.

Más de una vez he añorado la indiferencia, contrario a lo que las masas pudieran pensar, puesto que la anuencia relaja, y el halago aletarga, es sumamente dañina la aprobación y la felicitación cuando te encuentras incompleto, quizá por un mal momento, una mala racha o una ambición severa, llena de hambre voraz , al grado que la adulación se convierte en un freno, una especie de percance que te saca del camino. Es importante saber dimensionar los eventos externos, esta nueva ola de positividad es plausible, puesto que nunca sabemos las cargas y antecedentes de los demás, sin embargo, dicha corriente es capaz de truncar ascensos insospechados, y en escenarios fatídicos, construir esferas de conformismo irremediables, incorregibles. Es por eso que deben cuidarse las palabras, dosificarse y medicarse según la clase de paciente, no a todos nos agrada la zalamería, no todos tenemos el quebranto ante la realidad, algunos necesitamos los golpes para sentirnos vivos.