Averatto

Todos tenemos un talento inexplorado, procuremos hallarlo antes de caer en el tedio acostumbrado.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Crearon algo más inteligente que nosotros mismos

La mente puede ser tan poderosa como increiblemente limitada e irresponsable, puede estar llena de ambición y valentía como de conformismo y cobardía. Es el órgano más maravilloso no solo del hombre, si no de todo el reino animal, puede almacenar tanto información, como razonamiento, emociones, y un sin fin de recuerdos tanto positivos como llenos de vicios. ¿Porqué entonces amarrar y encuadrar algo tan amplio y casi perfecto con prejuicios? ¿Porqué quitarle responsabilidades? ¿Para qué ceder respuestas tangentes que sería maravilloso buscar y por ende encontrar? Quizá las mentes no más brillantes pero si las más poderosas pensaron en esto, hasta el poder más grande tiene siempre una debilidad, un antídoto, algo que la hace menos fuerte, o que en este caso, la vuelve torpe. Hoy culpar a los en mi juicio "mal llamados" medios de entretenimiento puede ser lo más sencillo y acertado al mismo tiempo, más sin embargo sería como cortar la uva más arrugada de todo un racimo lleno de podredumbre, dejando que el último siga lacerando a toda la planta. Quien no podría recordar que en alguna clase de "salud" o "anatomía" se aseveraba que el cerebro era un músculo, y por tanto necesitaba ejercitarse, pues al parecer nadie de nosotros lo tiene presente. La teconología es uno de nuestros más grandes teosoros y al unísono uno de nuestros más grandes y crecientes vicios, (críticar a un medio mediante el uso del mismo puede ser una ironía risible... Estoy consciente de ello) puesto que facilita cientos de cosas además de ponernos en lugares que fisicamente no nos alcanzaría la vida para recorrer o simplemente llegar a hacer una efimera presencia, pero, ¿Realmente es un medio positivo o solo un tedioso y rutinario vicio? ¿Tenemos idea realmente de como funciona nuestra tecnología? y más aterrador aun para todos (me incluyo) ¿Podemos vivir sin ella? Vaya tediosa encrucijada.

Dejemos que el silencio hable

No hay silencio que no pueda decirnos algo, lo cual es una ironía ignominiosa, pero a la vez, tan real como la misma oscuridad que abraza esos segundos de tranquilidad, de vacío, de total ausencia de ruido pero a la vez tan inmensamente basta de alegría, de dolor, de culpa o de una incansable meditación que una vez más logró llevarnos a poco e inspirarnos a nada. Que insulso sería creer que esos silencios no atrapan algo más que incomodidad o un lúgubre destino, que insensato aquél que ignore todo lo que expresa esa mirada profunda, que abre lo más recóndito del alma, expresando la más inocente de las certezas y otorgando a un afortunado la mayor de las confianzas.  Muchas veces las palabras sobran cuando es el corazón es quien quiere expresarse y debe ser oportuno callar para dejarlo llanamente palpitar, propiciar el escenario perfecto, ese hábitat soñado que sólo el silencio puede conformar, porque aunque una armoniosa melodía pueda lograr incluso un orgasmo auditivo no sólo a los melómanos, un silencio tiene la cualidad de rozar fibras de sensibilidad espiritual, de existencia prácticamente desconocida. Esa estrecha línea entre el murmullo y el silencio esconde una delgada brecha, que va de lo inapropiado a lo fantástico, el silencio es ese poder que agudiza nuestros sentidos, por eso a veces es preferible callar, en ocasiones es más profundo observar, se debe priorizar el sentir, se debe del silencio disfrutar...