Recuerdo de aquél noviembre oscuro
Cuando veíamos lo que soñábamos en la luz
En el resplandor proveniente de las miradas
Aquellos ojos destellaban miles de ilusiones
Mientras esas mentes creían en la promesa
Que habían susurrado nuestros labios
Inexistentes fueron las fronteras bajo
Aquel viejo camino del olvido y el hastió
Convertido paso a paso en carretera con sentido
Hacia el delirio, en el mundo previamente prometido
Mano a mano mí querida compañera
Encontramos esta circunstancia que no hemos podido acomodar
No hemos aun hallado el sitio en donde la podamos ubicar
Y ciegamente pudimos haber optado compartir
Este problema a cambio de ilusiones,
Pertenecientes a nuestra maraña de sueños
Probablemente el humo levantado
Y ese polvo atacando a la vista empañada y alejada
De nuestro nuevo rumbo, de nuestro camino bloqueado
Nos impidió observar la inmensidad de nuestra fuerza
Y la perseverancia y pundonor del espíritu ambiguo
Alimentado con reciprocidad bajo un estilo peculiar
Más dividimos tan ecuánimes como siempre
Esta vez no para siempre…
Ha pasado mucho tiempo ya
Tan sólo en mi recuerdo queda la promesa avalorada
De aquella tarde distante, consumada en un instante
El mundo vive tan tranquilo desde aquella decisión
Cobarde y no prevista, consecuencia de una provisional inclinación
Miro las horas, siento sobre mí los días y me sepultan los años
Los años mozos de la historia más emotiva que aún no hemos contado
No me mata tu recuerdo ni me atormenta ya tu ausencia
Tan sólo esa curiosidad y la indescifrable cuestión
De en qué momento has edificado este corazón
Para dejarlo a la deriva de alguna alma compasiva
Gracias por dejarle a él, la ilusión y un alma que día a día lo avivan.
Vedci…
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