Los eventos más trascendentales
de la historia han sido grandes confrontaciones, de los que para personas,
sociedades, territorios y países o alianzas han surgido grandes beneficios o
las más lamentables tragedias. Hoy en día todos al menos en el contexto de un
50% de la población mundial vivimos una pequeña guerra, un enfrentamiento
contra nuestros miedos, un temor horrible al fracaso (originado por este vorágine
sistema de mercado y consumismo) una lucha de ideales por hacer lo que se
quiere o conformarse con lo que se puede, los mismos psico-analistas de hace
algunos ayeres hoy estarían más consternados que nunca. Toda esta clase de
peleas, si bien cada día se han vuelto más profundas y delicadas para
enfrentar, siempre desde la evolución de la especie han estado presentes. Existe una frase muy trillada que
nos manifiesta que "lo peor del hombre trae la guerra" y este carácter
universal y para el caso específico ambiguo nos ayuda a comprender un poco el
panorama actual del mundo que hoy habitamos. La lucha contra nuestros demonios
debería hacernos los hombres o las personas que queremos, nuestras simples
acciones y actitudes ante cualquier situación deberían ser el equivalente a
nuestro éxito y propia satisfacción, sin embargo vivimos a expensas de
estereotipos que nos manifiestan la comercialización hasta de los propios
sentimientos. ¿Cuándo o cómo fue que ocurrió? Podemos trazar fechas
fundamentales en el tiempo, pero el caso concreto no es la efeméride o la
cronología, la maldad en el ser humano siempre ha existido y según mi ecléctico
pensamiento en todos los casos la ha adquirido, jamás ha sido una parte
adyacente desde su nacimiento, basta ver a 2 niños convivir para reforzar esta
manera de pensar. Todas estas peleas, estos conflictos, estas contradicciones
son un éxito rotundo para quienes llevan este "éxito" al más allá, de
una manera más pragmática e involucrando más allá de una mente confundida, a lo
que sus cargos o posesiones les permiten integrar al juego, o en este caso la
guerra. Y es que ¿Quién puede argumentar que en varios países del mundo no se
vive una guerra? ¿Quién puede ser el iluso que piense que las drogas y la pelea
económica en América Latina están a un "tris" de ser repeladas por
los Gobiernos locales? ¿Existe un arbitraje o una entidad que pueda detener
esto? ¿Quién le hará frente al imperio Judío? Esta y miles de preguntas se
pueden resolver con un categórico negativo ante todas las interrogantes, que no
sería ni tajante ni presuntuoso, más bien veraz, práctico y efectivo. Los misiles siguen cayendo, las
víctimas aumentando, los decesos, la carne de cañón en México seguirá derramándose
y cayendo como soldados de primera línea quienes buscan llevar el pan a casa de
la manera que sea, habrá territorios que sigan siendo subyugados (Crimea) y
otros más que luchen prácticamente como en una 2a guerra fría contra el cáncer
del planeta (Venezuela y USA) y así seguirán miles de barbaries, sinceramente
pienso que no existe una posible redención por más utópico que pueda integrarse
el contexto. La principal guerra que debemos librar es la del egoísmo, la de la
banalidad, nuestra mejor manera de luchar es darle la espalda a los autores de
los crímenes y darle la mano a las víctimas que son personas iguales a
nosotros, con la misma fragilidad, y con las mismas gana de despertarse y vivir
un día sin la más mínima preocupación que intentar ser feliz, en el mundo
monstruoso del que formamos parte puede ser este un paso firme e importante
para poder tener una luz tenue que nos
permita continuar, sería equívoco invitar a conformarse con solo eso, pero ante
la situación y la carencia de participación, la creación de la consciencia y la
persecución de la unificación podrían ser lo más cercano a nuestra redención.
Vedci...
No hay comentarios:
Publicar un comentario